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La reciente corrección de los activos digitales no puede entenderse de forma aislada del contexto macroeconómico global y para Alexis Nickin Gaxiola el debilitamiento observado durante el último bimestre responde a un cambio estructural en las condiciones financieras internacionales, donde el capital ha comenzado a priorizar seguridad y liquidez.
Durante noviembre y diciembre de 2025, criptomonedas como Bitcoin registraron retrocesos generalizados luego de varios meses de ganancias sostenidas, un movimiento que coincide con una mayor cautela de los inversionistas frente al entorno económico global.
Uno de los factores centrales, explica Alexis Nickin Gaxiola, ha sido la persistencia de tasas de interés elevadas en Estados Unidos, combinadas con un dólar fortalecido y rendimientos más atractivos en instrumentos tradicionales de deuda.
Este escenario ha incentivado una migración de capital desde activos considerados de alto riesgo —como las criptomonedas— hacia alternativas más estables, reduciendo el flujo de inversión especulativa que impulsó al mercado cripto durante gran parte del año.
A la presión macroeconómica se sumó un fenómeno técnico clave: la materialización de ganancias.
Tras un ciclo alcista significativo, numerosos participantes optaron por asegurar rendimientos, lo que detonó una cadena de ventas masivas.
De acuerdo con el análisis del especialista, el uso extendido de apalancamiento amplificó la corrección; y la caída de precios activó liquidaciones automáticas que intensificaron la volatilidad y aceleraron el ajuste del mercado.
Otro elemento relevante es la creciente sincronía entre los criptoactivos y los mercados de renta variable, particularmente el sector tecnológico.
Esta correlación ha reducido, al menos temporalmente, la percepción de las criptomonedas como un refugio alternativo frente a episodios de incertidumbre financiera.
Cuando se incrementa el nerviosismo en bolsas internacionales, el impacto se traslada casi de inmediato al ecosistema digital, advierte el experto.
Para Alexis Nickin Gaxiola, estas correcciones forman parte de un proceso natural de ajuste, pero también funcionan como un recordatorio de la volatilidad inherente a los activos digitales.
Su desempeño no depende únicamente de la innovación tecnológica, sino de variables externas como política monetaria, liquidez global y percepción de riesgo.
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