Cómo la criptomoneda OneCoin fue un fraude

Cómo la criptomoneda OneCoin fue un fraude

El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que conduzca al arresto y/o condena de Ruja Ignatova, una ciudadana alemana que lleva desaparecida desde 2017. ¿Por qué? Por participar en uno de los mayores esquemas de fraude global de la historia: OneCoin.

Ruja Ignatova y Karl Sebastian Greenwood cofundaron OneCoin en 2014, con sede en Sofía, Bulgaria, bajo la promesa de que su criptomoneda homónima fuera una próspera inversión. Desde ese año, OneCoin comercializó y vendió la divisa digital a través de una red global de marketing multinivel (“MLM”) con el objetivo de ser “el asesino de Bitcoin”.

Mientras Ignatova era la máxima líder y rostro de OneCoin hasta su desaparición pública, Greenwood era el “distribuidor maestro global” y el líder de la red MLM que comercializaba y vendía la moneda, quien gano aproximadamente 20 millones de euros al mes como el principal distribuidor de OneCoins.

Red

La operación estaba a cargo de miembros que reclutaban a otras personas para comprar paquetes de la criptomoneda a cambio de comisiones: un esquema piramidal. Esta estructura influyó para que la empresa tuviera un crecimiento rápido y formara una amplia red.

Las personas de todo el mundo que decidieron invertir en la empresa transfirieron fondos de inversión a cuentas bancarias controladas por OneCoin al comprar sus paquetes.

De acuerdo con materiales promocionales de OneCoin, se presumía que más de tres millones de personas invirtieron con ellos. Los registros muestran que sólo entre el cuarto trimestre de 2014 y el cuatro trimestre de 2016, la entidad generó 4,037 millones de euros en ingresos por ventas y “obtuvo” ganancias de 2,735 millones de euros.

Fuente: Expansión

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