El mercado global de criptomonedas ha dejado de ser un experimento de nicho para convertirse en un pilar estratégico del sistema financiero internacional.
Con una capitalización que supera los 2.7 billones de dólares a abril de 2025, el auge de las stablecoins, las finanzas descentralizadas (DeFi) y una creciente adopción institucional están reconfigurando la manera en que se envía, recibe y protege el dinero, especialmente en el corredor de remesas entre Estados Unidos y México.
“Estamos viendo cómo las criptomonedas pasan de ser un activo alternativo a convertirse en una infraestructura financiera seria y estratégica”, afirma Pauline Shangett, directora de mercadotecnia de la plataforma cripto ChangeNOW, que ha ganado terreno por sus soluciones tecnológicas y de seguridad basadas en blockchain.
México, segundo país del mundo que más remesas recibe, está emergiendo como caso de estudio clave en la adopción de criptoactivos. En 2024, entre 800 millones y 1.2 mil millones de dólares en remesas llegaron al país a través de criptomonedas, lo que representa entre el 2% y 3% del total anual, según datos de ChangeNOW. La mayoría de estos envíos provienen de mexicanos jóvenes entre 25 y 45 años, quienes priorizan rapidez, bajos costos y seguridad.
Las criptomonedas permiten transacciones casi instantáneas y con comisiones notablemente más bajas que las de bancos o empresas de transferencia tradicionales. Además, ofrecen acceso a personas no bancarizadas mediante aplicaciones móviles y billeteras digitales, lo que las convierte en una alternativa viable y segura en contextos donde la inflación y la volatilidad del tipo de cambio afectan la economía familiar.









