Japón avanza hacia una regulación más estricta del mercado cripto. El gobierno planea introducir sanciones económicas proporcionales a las ganancias obtenidas mediante el uso de información privilegiada, marcando un cambio profundo en la supervisión del sector digital.
La Agencia de Servicios Financieros (FSA) y la Comisión de Vigilancia de Valores y Bolsa (SESC) preparan una reforma legal al Financial Instruments and Exchange Act que permitirá investigar operaciones sospechosas, recomendar órdenes de recargo y, en casos graves, iniciar procesos penales. Hasta ahora, estas reglas no aplicaban a los criptoactivos.
Japón redefine su marco de supervisión cripto
El nuevo esquema prohibirá explícitamente el intercambio de criptomonedas con base en información no pública, como anuncios de listados o vulnerabilidades de seguridad. La FSA publicará guías detalladas para definir qué comportamientos constituirán infracción.
En la actualidad, los exchanges japoneses operan bajo normas de autorregulación impulsadas por la Japan Virtual and Crypto Assets Exchange Association (JVCEA), pero los críticos señalan deficiencias en la vigilancia de transacciones y posibles brechas para prácticas desleales. La reforma busca cerrar esos vacíos y otorgar capacidad de fiscalización directa al Estado.
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El desafío regulatorio radica en determinar quién puede ser considerado “insider” dentro del ecosistema cripto, ya que muchos tokens carecen de emisores definidos. Esta ambigüedad ha dificultado hasta ahora la aplicación de normas similares a las del mercado de valores tradicional.
Por otro lado, la adopción de activos digitales en Japón crece con rapidez. En mayo de 2025, se estimaban 12.41 millones de usuarios, equivalentes al 15% de los adultos del país, y las proyecciones indican que podrían superar los 19 millones antes de fin de año.
Este crecimiento, impulsado por la participación institucional, ha intensificado la presión sobre los reguladores para garantizar transparencia y protección al inversionista.
El volumen de valor recibido en cadena aumentó 120% interanual hasta junio de 2025, consolidando a Japón como líder regional frente a Corea del Sur, India y Vietnam.
