La narrativa de que blockchain revolucionará todo sigue viva, pero cada vez enfrenta una exigencia mayor: demostrar viabilidad económica a largo plazo. En España y América Latina, donde los proyectos Web3 proliferan en medio de comunidades entusiastas, la urgencia por modelos de negocio sostenibles no es solo una tendencia, es una necesidad.
Los primeros ciclos del mercado cripto giraron en torno a la especulación y a la promesa de innovación. Sin embargo, el entorno actual obliga a mirar más allá del hype. ¿Cómo construir productos blockchain que no dependan del precio del token para sobrevivir? ¿Dónde está el equilibrio entre descentralización, utilidad y rentabilidad?
Sostenibilidad cripto: más allá de la minería verde
Aunque la conversación pública suele centrarse en el impacto ambiental de las criptomonedas, la sostenibilidad financiera se vuelve crucial. Modelos como las DAO orientadas a servicios, plataformas DeFi con flujo constante de usuarios o redes que priorizan el revenue por uso sobre la valorización de su token son algunos ejemplos que ganan tracción.
Del mismo modo, algunos protocolos están reenfocando su tokenomics para crear economías cerradas más eficientes. Por ejemplo, limitar la emisión de tokens, implementar quemas programadas o diversificar fuentes de ingresos más allá del staking y las fees, se vuelve cada vez más común.
Los proyectos con mayor capacidad de escalar no son necesariamente los más disruptivos, sino los que logran resolver problemas reales y monetizarlos. Casos recientes como la adopción de stablecoins en pagos transfronterizos o el uso de contratos inteligen
