Una filtración de liquidez en Yearn Finance volvió a encender las alertas en el ecosistema cripto. La plataforma DeFi fue blanco de un hackeo que movilizó cerca de 1,4 millones de dólares, provocando reacciones inmediatas en los mercados. Aunque el monto es menor a ataques anteriores, la reacción no se hizo esperar: el precio del bitcoin cayó por debajo de los 37,000 dólares al cierre de ese día.
Los primeros reportes apuntan a una brecha en contratos inteligentes relacionados con la versión 1 de Yearn Finance. En esta ocasión, los atacantes aprovecharon una falla vinculada a un token envuelto (wrapped token), lo que les permitió extraer fondos de un vault sin activar las alertas habituales. El exploit impactó la percepción de seguridad en uno de los protocolos más veteranos de la escena DeFi.
Impacto del hackeo sobre bitcoin y el mercado cripto
Aunque el bitcoin había mostrado un comportamiento lateral durante los días previos, el incidente desató una corrección intradía de más de 2%. Esto refuerza la sensibilidad del mercado a eventos de seguridad, incluso cuando no afectan directamente a la red de Bitcoin. El miedo se reflejó también en altcoins como Ether, que registraron caídas similares.
De igual manera, este tipo de ataques plantea preguntas sobre la robustez del código en protocolos que ya tienen años en operación. En foros y redes sociales, varios desarrolladores independientes criticaron la falta de auditorías actualizadas y el manejo de versiones heredadas.
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