Los ciberataques en el ecosistema cripto no dieron tregua. Durante 2025, los robos de criptomonedas alcanzaron un nuevo pico histórico: más de 1.380 millones de dólares fueron sustraídos globalmente, y México no quedó fuera del radar. Las plataformas DeFi fueron el blanco favorito, con fallas en contratos inteligentes y estrategias de ingeniería social cada vez más sofisticadas.
Según datos de Chainalysis, solo en octubre se registraron más de 300 millones de dólares en pérdidas por ataques, casi duplicando el promedio mensual del primer semestre. En ese mismo mes, un protocolo basado en Ethereum utilizado por inversores mexicanos sufrió un exploit que drenó más de 50 millones de dólares, exponiendo brechas de seguridad en proyectos emergentes y auditados.
Criptomonedas en riesgo: DeFi, smart contracts y redes sociales
Las estafas de inversión ligadas a criptomonedas también crecieron. En Latinoamérica, Telegram y X (ex Twitter) se consolidaron como canales clave para la promoción de esquemas fraudulentos, incluyendo falsos airdrops y proyectos rug pull. Las víctimas, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 35 años, fueron atraídas por promesas de retornos rápidos.
Por otro lado, el informe subraya que los ataques a puentes de blockchain y wallets de autocustodia aumentaron en frecuencia y complejidad. Herramientas como Tornado Cash siguen siendo utilizadas para lavar fondos robados, aunque con mayor vigilancia por parte de autoridades regulatorias. En este contexto, la comunidad cripto mexicana ha intensificado el debate sobre seguridad y descentralización.
En paralelo, plataformas como MetaMask y Ledger reportaron avances en autenticación multifactor y protección contra phishing, en un intento por mitigar el riesgo. Aun así, la velocidad con la que evolucionan los ataques plantea desafíos constantes para usuarios y desarrolladores.
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