Un adolescente de Hamilton se convirtió en protagonista de uno de los mayores robos de criptomonedas en Canadá al apropiarse de activos digitales valuados en 48 millones de dólares canadienses.
Las autoridades lo procesaron bajo la Ley de Justicia Penal Juvenil, tomando en cuenta su edad al momento de los hechos y el tiempo que ya había pasado en detención preventiva.
Reincidencia en libertad condicional
Pese a la sentencia, el joven volvió a delinquir en libertad condicional. Organizó una estafa con tokens no fungibles en Estados Unidos, donde promocionó rifas falsas de arte digital a través de redes sociales. Con esta operación ilícita consiguió alrededor de 800 mil dólares, aprovechando la confianza de usuarios y el auge del mercado NFT.
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Manipulación de plataformas
El acusado utilizó un acceso privilegiado al panel de soporte de Twitter para impulsar enlaces fraudulentos desde la cuenta del artista digital Beeple. Tras el fracaso inicial, vendió dicho acceso y obtuvo ganancias estimadas en 230 ethers, equivalentes a 280 mil dólares en ese momento. Su estrategia mostró cómo un error de seguridad puede convertirse en un negocio ilícito altamente rentable.
El adolescente estableció vínculos con otro joven en Estados Unidos, a quien enseñó tácticas de fraude en comunidades de NFT. La relación terminó en traición, extorsión y disputas internas mientras las víctimas comenzaron a detectar el engaño y Twitter fortaleció sus controles internos.
Arresto y cargos en Estados Unidos
En diciembre de 2024 fue detenido y en marzo de 2025 extraditado a Estados Unidos. Se declaró culpable de conspiración para cometer fraude electrónico e identidad agravada.
Ahora enfrenta la posibilidad de una sentencia que podría superar los 20 años de prisión, un dato que lo coloca entre los delincuentes juveniles con mayor exposición penal en la historia reciente de Norteamérica.
