Tras semanas de inestabilidad, Bitcoin vuelve a captar la atención del mercado global. En noviembre, la criptomoneda logró superar nuevamente la barrera de los 34,000 dólares, impulsando el entusiasmo entre traders y analistas. Este movimiento no es aislado: se suma a un contexto internacional marcado por expectativas de aprobación de ETFs al contado en Estados Unidos y una marcada acumulación institucional.
Los focos se centran en lo que pueda suceder con los fondos cotizados de Bitcoin, una posible aprobación que abriría las puertas a una nueva ola de inversión institucional. Empresas como BlackRock y Fidelity ya están en espera. La sola expectativa ha generado un efecto psicológico que incide directamente en la presión alcista.
Estrategias para navegar un mercado expectante
El escenario actual ha dividido a los inversores. Por un lado, quienes apuestan por el corto plazo operan con cautela ante la resistencia de los 35,000 dólares, mientras que los hodlers y acumuladores ven en esta fase una oportunidad. El índice de miedo y codicia, que alcanzó 72 puntos en octubre, evidencia una euforia creciente.
Sin embargo, expertos recomiendan mantener una estrategia racional. Aumentar exposición de forma escalonada, establecer stop loss definidos y monitorear posibles señales macroeconómicas como decisiones de la Fed son prácticas claves para este mes.
Un dato que no pasa desapercibido: en la última semana de octubre, las wallets con más de 1,000 BTC sumaron más de 10,000 bitcoins a sus carteras, según datos de Glassnode. La señal es clara: las ballenas están en movimiento.
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