China, el país que considera ilegales las transacciones de bitcoin (BTC) y criptomonedas, está vendiendo millones en activos digitales incautados tras detectar operaciones criminales.
Lo que está pasando es que los gobiernos de sus provincias están liquidando estos criptoactivos y convirtiéndolos en yuanes para salvar sus finanzas en tiempos turbulentos para los mercados, y mientras tanto una pregunta queda en el aire ¿puede China seguir ignorando el poder de las monedas digitales como bitcoin, en un mundo que ya las abraza?
Desde 2021, China mantiene una estricta prohibición sobre el comercio y la minería de criptomonedas, no reconociéndolas como activos legales. Sin embargo, el aumento de criptoactivos confiscados en investigaciones criminales ha obligado a las autoridades locales a buscar soluciones prácticas.
Desaceleración
Según Reuters, los gobiernos de ciudades como Xuzhou y Taizhou delegan en empresas privadas la venta de estos activos en exchanges internacionales, repatriando los fondos para aliviar las arcas públicas, golpeadas por la actual desaceleración económica.
Sin embargo, la falta de un marco legal claro genera preocupaciones sobre corrupción, lavado de dinero y la sostenibilidad de esta práctica en un contexto de creciente delincuencia con activos digitales.
Chen Shi, profesor de la Universidad Zhongnan de Economía y Derecho, advierte que esta práctica es una «solución improvisada» que contradice la prohibición vigente. Y adicionalmente, en un reciente seminario en Pekín, expertos coincidieron en que la ausencia de una regulación crea riesgos significativos. «Sin normas claras, las ventas de criptomonedas incautadas son un terreno fértil para irregularidades», señaló Liu Honglin, abogado especializado en criptoactivos.









