En un mercado tan volátil como el de las criptomonedas, la capacidad de detectar proyectos con potencial antes de que ganen popularidad puede marcar la diferencia. Desde Estados Unidos hasta América Latina, cada vez más traders están utilizando ChatGPT para investigar proyectos emergentes, analizar datos on-chain y anticipar tendencias en desarrollo.
ChatGPT permite filtrar información masiva en segundos, identificar tokens con baja capitalización y explorar comunidades activas en redes sociales o foros. Este proceso, antes reservado a analistas con herramientas costosas, ahora está al alcance de cualquier usuario que sepa cómo hacer las preguntas correctas.
Por ejemplo, se pueden usar prompts específicos para solicitar comparaciones de métricas entre proyectos, revisar whitepapers o interpretar datos de plataformas como CoinGecko y Dune Analytics. Además, es posible automatizar parte del proceso conectando ChatGPT con APIs, lo que agiliza el seguimiento de wallets, volúmenes y movimientos de ballenas.
Los inversores más experimentados usan la IA para detectar “señales débiles” en el mercado: patrones que podrían anticipar un crecimiento sostenido. De igual manera, la herramienta ayuda a evitar scams al revisar inconsistencias en la documentación o actividad sospechosa en redes sociales.
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No obstante, la clave sigue siendo el criterio humano. ChatGPT puede ofrecer contexto y análisis, pero la validación final depende de la experiencia del usuario. La combinación de intuición, datos y automatización crea una ventaja competitiva difícil de replicar, especialmente en ecosistemas emergentes donde la información se dispersa rápidamente.
Según datos recientes de Statista, el uso de IA en análisis financiero aumentó 48% en 2025, impulsando nuevas estrategias en el mercado cripto global.









