Una señal inesperada llegó desde Wall Street y puso al dólar en el centro del debate económico argentino. Bank of America elevó su proyección para el tipo de cambio oficial a $1.450 para diciembre, un salto frente a los $1170 previstos anteriormente. La nueva cifra tensiona el escenario político y financiero del país en plena cuenta regresiva electoral.
El informe, publicado el 27 de octubre, sostiene que la corrección cambiaria llegará a través de una devaluación del tipo de cambio oficial luego del balotaje. Según la entidad, el próximo gobierno deberá avanzar con un “crawling peg” o directamente aplicar una devaluación brusca para sincerar los precios relativos.
Aunque no descartan que Javier Milei, en caso de ser electo, intente avanzar con su propuesta de dolarización, el banco lo considera un escenario poco viable en el corto plazo.
Argentina en foco: ¿ajuste o devaluación?
La entidad advierte que el país necesitará medidas más profundas para reducir la brecha cambiaria y fortalecer reservas. Además, estima una inflación anual del 210% para fines de 2025, lo que refleja un panorama aún desafiante para la política monetaria. En este contexto, las decisiones del Banco Central tras el cambio de mando se vuelven claves para estabilizar las expectativas.
Por otro lado, Bank of America revisó al alza su previsión de crecimiento para 2025, ubicándola en 3,5%. La mejora se apoya en una expectativa de normalización económica posterior al ajuste inicial.
Un dato no menor: la proyección de dólar libre para diciembre también subió, pasando de $1800 a $1900. Esta diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo será uno de los desafíos macroeconómicos más urgentes para el nuevo gobierno.
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