Los productores de químicos de China aceptan criptomonedas como pago por los ingredientes del fentanilo, una droga letal producida a gran escala en diferentes países del mundo.
Así lo señalan las empresas de análisis de delitos financieros cometidos con criptomonedas Elliptic y Chainalysis en dos reportes de mayo.
Los investigadores de Elliptic encontraron más de 90 empresas con sede en China que suministran precursores de fentanilo.
Blanqueo
El 90 por ciento aceptan pagos en Bitcoin y Tether, facilitando el blanqueo de miles de millones de dólares. Incluso diecisiete de las empresas se ofrecieron a proporcionar fentanilo a pesar de estar prohibido en China desde 2019.
Varias empresas abiertamente vendieron esos precursores a clientes en México, que pagaron también con Tether o Bitcoin, mientras que otras compañías ofrecen una variedad de otros productos químicos incluyendo precursores de opioides sintéticos, anfetamina y metanfetamina, refiere Elliptic.
Las carteras de criptomonedas de esas firmas acumularon más de USD 27 millones en miles de pagos, registrando aumento del 450 por ciento en las transacciones de un año a otro.
Suma capaz de adquirir los precursores para producir fentanilo con un valor estimado de USD 54 000 millones, detalla.
Comercio de precursores de fentanilo
Asimismo, refiere que los proveedores de productos químicos que aceptan criptomonedas sortean las restricciones en China con intercambios extranjeros.
Esto sugiere el uso de intermediarios, posiblemente del Gobierno chino, para convertir los pagos de la moneda local a criptomonedas, lo que implica que el comercio de precursores de fentanilo con criptomonedas depende de servicios que actúan como puntos de entrada y salida de activos digitales.
Estas “organizaciones criminales aprovechan las capacidades del ciberespacio para coordinar y vender sus productos, ya no solo en la darknet [red oscura] o deepweb [red profunda], sino también en la red abierta”, dijo el 3 de julio a Diálogo Yadira Gálvez, experta en temas de seguridad y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fuente: dialogo-americas.com









