La dificultad de rastrear estas transacciones, unida a la falta de regulación uniforme en muchos países, ha permitido que ciertos actores malintencionados aprovechen estas plataformas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, las autoridades y entidades financieras han intensificado los esfuerzos para combatir estos delitos, implementando tecnologías avanzadas y regulaciones más estrictas que buscan garantizar un entorno más seguro en el mundo de las criptomonedas.
De acuerdo con el 2025 Crypto Crime Report, de la empresa especializada en análisis de blockchain Chainalysis, el valor total recibido por direcciones de criptomonedas ilícitas cayó a USD $40,900 millones en 2024, bajando al 0.14% del total negociado, frente al 0.61% de 2023.
Aunque estos números son siempre estimaciones y los datos finales pueden tener variaciones, los resultados evidencian el progreso en la seguridad del ecosistema financiero digital, reflejando el esfuerzo colectivo de usuarios, plataformas, autoridades y líderes del sector para crear un entorno confiable.
Por otra parte, la adopción de criptomonedas sigue en crecimiento. Por ejemplo, en Binance, la mayor plataforma global de criptomonedas, tuvo un crecimiento del 47% en el número de usuarios el año pasado en todo el mundo y, en América Latina, el crecimiento fue del 63%.









