El mercado colombiano no ha sido ajeno al sacudón global que está dejando a las criptomonedas en números rojos. En las últimas semanas, Bitcoin cayó por debajo de los 35.000 dólares y Ethereum volvió a perder la barrera de los 1.900. Aunque los analistas no hablan de un “criptoinvierno”, sí coinciden en que la presión macroeconómica está jugando en contra del ecosistema.
Las preocupaciones por las tasas de interés en Estados Unidos y las tensiones geopolíticas mantienen en alerta a los inversionistas. La expectativa de una pausa en los recortes por parte de la Reserva Federal ha reconfigurado las estrategias de riesgo, lo que incluye deshacerse de activos volátiles como los criptoactivos. Colombia, al ser un mercado emergente, experimenta además salidas de capital que afectan indirectamente la confianza local en estos instrumentos.
La caída de acciones acelera la presión sobre criptomonedas
Los flujos hacia activos refugio como el dólar o el oro se han intensificado, dejando poco espacio para apuestas especulativas. Además, la caída de las acciones tecnológicas en Wall Street ha amplificado el efecto dominó. Muchos proyectos cripto dependen directa o indirectamente de la liquidez que circula en ese segmento. El índice Nasdaq, por ejemplo, registró una de sus peores semanas desde agosto 2025.
Por otro lado, el índice de miedo y codicia del mercado cripto se encuentra nuevamente en terreno de miedo extremo, lo que frena aún más la entrada de nuevos capitales. Si bien los fundamentos de Bitcoin se mantienen sólidos a largo plazo, la narrativa actual favorece la cautela.
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