El avance de la inteligencia artificial ya no es solo una promesa tecnológica: en Argentina, empieza a ser también una cuestión regulatoria. A inicios de diciembre, la Comisión Nacional de Valores (CNV) y la Secretaría de Innovación Tecnológica firmaron un acuerdo para supervisar cómo se aplica la IA en los mercados financieros, incluidos los préstamos cripto y las plataformas basadas en blockchain.
El acuerdo busca evitar que algoritmos opacos o modelos de IA sin supervisión tomen decisiones que afecten a usuarios o distorsionen el mercado. Aunque la regulación aún está en etapa exploratoria, apunta a crear marcos que protejan la transparencia, especialmente en productos financieros descentralizados.
Inteligencia artificial, cripto y préstamos: un cóctel explosivo
En Argentina ya existen startups que combinan DeFi, análisis automatizado y préstamos tokenizados. En ese entorno, la IA se vuelve una herramienta poderosa para predecir riesgo crediticio, automatizar contratos inteligentes o identificar oportunidades de inversión. Pero sin control, también puede amplificar sesgos, manipular datos o generar decisiones fuera del alcance humano.
Por otro lado, plataformas de préstamos como AAVE o Compound, si bien no están radicadas en Argentina, son utilizadas por miles de usuarios locales. La regulación argentina no alcanza directamente a esos protocolos, pero sí busca establecer estándares para los actores locales que desarrollan o integran IA en sus servicios. Del mismo modo, se discute cómo auditar modelos de IA usados por exchanges o asesores virtuales.
A nivel global, organismos como la SEC o la UE avanzan en marcos similares. Sin embargo, Argentina toma protagonismo al ser uno de los primeros países de América Latina en abordar el vínculo entre IA y finanzas cripto.
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